Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad, caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, dirigidas a reducir la ansiedad asociada. La Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos, ubica al TOC y enfermedades relacionadas con él, en un capítulo independiente, rompiendo así con la tradición de incluirlo en el capítulo de los trastornos de ansiedad, como lo hacían las ediciones previas del DSM. Los síntomas y la importancia que implica el TOC pueden presentarse a cualquier edad,​ pudiendo producir una importante discapacidad. La OMS lo incluye entre las 20 primeras enfermedades discapacitantes, con una prevalencia del 0,8 % en los adultos y del 0,25 % en niños y adolescentes, y entre las 5 enfermedades psiquiátricas más comunes.​ Diversos estudios científicos demuestran que los pacientes que sufren un TOC tienen una calidad de vida muy baja,​ ya que esta condición puede ser mental y físicamente agotadora,​ y en sí misma ser causa de incapacidad laboral temporal o permanente.​ Las obsesiones comunes incluyen miedo a contaminarse, miedo de que la persona o los demás están en peligro, necesidad de mantener el orden y la exactitud y dudas excesivas. Las compulsiones más comunes que se realizan en respuesta ritualista a estas obsesiones incluyen lavarse las manos, contar, acumular y arreglar cosas. Es característico que la persona que sufre un TOC sea reacia a revelar a los demás sus síntomas, por lo que resulta frecuente que acudan en busca de ayuda muchos años después de la aparición del problema, así como la presencia de cuadros de depresión concurrentes​ (de hecho, alrededor de un 34 % de los toquianos sufren de depresión en el momento de diagnosticarles la enfermedad, mientras que un 66 % la sufrirá a lo largo de su vida).​ Son muchas las teorías que intentan explicar las causas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), por lo que se cree que podría ser una combinación de varias de ellas. Los estudios observacionales en gemelos, que muestran una gran concordancia para la enfermedad en hermanos gemelos monocigóticos, apunta a la existencia de fuertes factores genéticos implicados en su desarrollo, aunque el modo de transmisión es todavía desconocido. Por otro lado, se cree que la educación recibida en la infancia juega un papel importante en su aparición, sobre todo si se trata de formas de educar demasiado rígidas. Lo cierto es que no se sabe exactamente cuál es la causa concreta, pero la combinación de factores biológicos (antecedentes familiares de TOC) y sociales (tales como padres sobreprotectores y controladores) pueden explicar las alteraciones que se han encontrado.​ La mayoría de las personas con TOC tuvieron unos padres excesivamente controladores y rectos que nunca reforzaron su autoestima y que desde la infancia contribuyeron al aumento de su ansiedad, inseguridad y falta de autoestima, lo que a posteriori hará que en el niño aparezcan pensamientos negativos y preocupaciones y ya en la adolescencia y edad adulta las obsesiones y las compulsiones.
Las obsesiones más comunes que caracterizan al TOC son las siguientes: 
Obsesiones de contaminación: preocupación excesiva por los gérmenes, virus, suciedad, contaminación, desarrollar enfermedades mentales tipo alzheimer u otro tipo de enfermedades mortales tipo cáncer, infarto de miocardio, etc, es decir todo lo relacionado con una hipocondría constante.
Obsesiones sobre la salud y la apariencia física: dieta, ejercicio intenso, obsesión con el envejecimiento, miedo a engordar y por ello esto desencadena en enfermedades como anorexia nerviosa, vigorexia, entre otras.
Obsesiones relacionadas con la sexualidad: pensamientos persistentes acerca de la realización de actos sexuales repugnantes o prohibidos, o de comportamientos tabúes, que vive con angustia; obsesión y dudas sobre la orientación sexual hasta puntos extremos, obsesionados con el tema de modo que no pueden vivir su vida con normalidad; compulsiones asociadas: preguntar obscenidades, realizar gestos obscenos, masturbación compulsiva, etc
Trastorno obsesivo-compulsivo relacional (TOCR): síntomas centrados en las relaciones intimas/cercanas mismas o en los defectos de la pareja. El foco de tales síntomas puede ser la pareja intima de uno, su hijo o su Dios.
Obsesiones de contenido agresivo: temor a causar algún tipo de daño a otras personas o a uno mismo; miedo a cometer crímenes o aparecer como responsable de errores, fracasos, imprudencias, accidentes o catástrofes; por su mente se cruzan imágenes horribles y violentas.
Obsesiones filosófico-religiosas: necesidad de confesar pecados inexistentes o ínfimos que se supone han cometido y estar preocupado por la culpa consiguiente; escrúpulos de conciencia: excesivamente preocupado por la posibilidad de cometer algún acto pecaminoso en lo que se refiere a su religión o creencias (como por ejemplo pensar o decir algo blasfemo, proferir obscenidades o insultos, preocupación por si se ha realizado determinado ritual religioso adecuadamente, miedo a ser condenado al infierno, o acumular karma); actos compulsivos como arrepentirse, confesarse o rezar; pensamientos intrusivos e inmorales sobre el sexo o herir a alguien; preguntas existenciales reiterativas del tipo: «¿qué habrá después de la muerte?», «¿existe Dios?», «¿cuál es la finalidad de la existencia?»
Obsesión con la inteligencia: se someten a continuas y diversas pruebas de inteligencia para verificar su inteligencia, temor a perder puntos en el cociente intelectual.
Info-obsesivos (acumuladores): obsesión por acumular, acaparar, controlar y ordenar la mayor cantidad de información posible; estar siempre enterado de las últimas tendencias y avances; en todos los campos del conocimiento o en alguno en particular, volviéndose muy compulsivos y ansiosos por su necesidad de control; comprar, almacenar y clasificar de manera compulsiva revistas, periódicos, libros, enciclopedias, estar subscrito a boletines, bibliómanos, coleccionistas, adictos a internet (acumulación de archivos digitales); normalmente no tienen tiempo suficiente ni ningún método para organizar y asimilar la información, por lo que muchas veces tienden a la procrastinación
Otros: adictos al trabajo, ludópatas.

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